Alimentación luego del entrenamiento
- Dalia Medispa
- 12 sept 2024
- 2 Min. de lectura

La alimentación después de un ejercicio, ya sea ligero, moderado o intenso, es crucial para la recuperación y el mantenimiento de la energía. Aquí te detallo recomendaciones específicas para cada nivel de ejercicio:
Después de un ejercicio ligero:
Hidratación: Es importante rehidratarse bebiendo agua.
Pequeñas porciones de carbohidratos: Opta por un snack ligero que incluya carbohidratos complejos como una fruta (manzana, plátano) o un yogur.
Proteínas en menor cantidad: Un puñado de nueces o un huevo duro puede ayudar a mantener el equilibrio proteico sin sobrecargar el cuerpo.
Después de un ejercicio moderado o intenso:
Hidratación adecuada: Además de agua, considera bebidas con electrolitos si el ejercicio fue prolongado o en condiciones de calor.
Carbohidratos para reponer energía: Ingiere carbohidratos complejos para restaurar los niveles de glucógeno en los músculos, como batatas, avena o un batido de frutas.
Proteínas para la recuperación muscular: Consume una porción de proteínas (15-30 gramos) como pechuga de pollo, pescado, tofu, o un batido de proteínas, que ayudará a reparar el tejido muscular.
Grasas saludables: Agrega una fuente de grasas saludables como aguacate, aceite de oliva o almendras para una recuperación completa.
Estos alimentos ayudarán a reponer las reservas de energía, reparar los tejidos musculares y mantener un estado de hidratación óptimo. Recuerda adaptar la cantidad de comida a tu nivel de ejercicio y necesidades personales.
Recomendaciones generales después del ejercicio:
Hidratación continua:

Sigue bebiendo agua durante el resto del día para mantener un nivel óptimo de hidratación. Si el ejercicio fue intenso o en un clima caluroso, considera bebidas con electrolitos para reponer minerales perdidos
2. Estiramiento y movilidad:

Realiza estiramientos suaves para relajar los músculos y mejorar la flexibilidad. Esto puede ayudar a reducir la rigidez muscular y acelerar la recuperación. Yoga o ejercicios de movilidad también pueden ser útiles.
3. Descanso adecuado:

Asegúrate de dormir lo suficiente (7-9 horas por noche) para permitir la reparación muscular y la recuperación del sistema nervioso central. El sueño es crucial para la recuperación y el rendimiento óptimo.
4. Control del estrés:

Mantén un nivel de estrés bajo practicando técnicas de relajación como la meditación, la respiración profunda o el mindfulness. El estrés crónico puede afectar la recuperación y el rendimiento físico.
5. Terapias de recuperación:

Considera usar técnicas como masajes, terapia de compresión o baños de contraste (alternar agua caliente y fría) para mejorar la circulación sanguínea, reducir la inflamación y acelerar la recuperación muscular.

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